3-
Ruinas, desolación, un yermo desolado.
Los
apóstatas argumentan que cuando Daniel dijo “devastaciones” (9) de Jerusalén realmente no quiso decir eso sino que “en realidad” quiso
decir algo diferente.
La
palabra vertida en la Traducción del Nuevo Mundo está en plural:
Devastaciones. Y es por eso que algunos argumentan que en este
asunto hubo más que una sola devastación: Una serie de devastaciones de
diferentes tipos, las cuales habrían durado setenta años en total. De esta manera
ellos pueden forzar la posibilidad de que Jerusalén podría haber estado
habitada veinte años (con un rey, sacerdocio, y un templo en funciones) y aún
así haber experimentado algún tipo de ´devastación´ figurativa, ya que la
tierra que la rodeaba había sido, supuestamente, devastada (aunque ya se vio en
el capítulo anterior que eso no sucedió así).
La
Biblia dice que la región circundante de Judá no fue devastada en ese tiempo.
La idea de que hubo múltiples tipos de devastaciones no tiene sustento en
ninguna de las profecías de Jeremías ni de ningún otro profeta, antes bien son
los apóstatas los que están complicando mucho su lectura de una sola palabra: Devastaciones.
¿Qué es “chorbah”?
La
palabra usada para “devastaciones” en los escritos originales es “chorbah”
(algunas veces escrita como “horvot”). Literalmente simplemente significa
“ruinas” o “estar en ruinas”. Si una casa estuviera severamente dañada o
abandonada se podría decir que es “chorbah”, es decir que está “en ruinas” o
“devastada”. Por ejemplo mire estas escrituras en donde una traducción usa la
palabra “chorbah”:
Isaías 52.9: “¡Jerusalén, se levanta desde las ruinas [chorbah]!
Únanse al canto. EL SEÑOR ha dado consuelo a su gente; él viene a tu rescate”
Isaías 58.12: “Tú reconstruirás estas casas dejadas en ruinas [chorbah]
por años; serás conocido como constructor y reparador de los muros de la ciudad
y de sus calles”.
Isaías 61.4: “Entonces ellos reconstruirán las ciudades que habían
estado en ruinas [chorbah] por muchas generaciones”.
Job 3.14: “Con reyes y consejeros de la tierra. Los que
reconstruyen ruinas [chorbah] para sí mismos”.
Jeremías 27.17: “No los escuchen; ¡sirvan al rey de Babilonia y
vivan!¿Por qué debería esta casa ser
convertida en una ruina [chorbah]?”
Jeremías 44.6: “Mi ira y mi enojo fueron esparcidos y quemaron las
ciudades de Judá y las calles de Jerusalén, así que ellas se han convertido en
una ruina y una desolación [chorbah] hasta este día”.
Malaquías 1.4: “Los descendientes de Esaú pueden decir, ´aunque
nuestra nación, Edom, está en ruinas [chorbah], la reconstruiremos´”.
Esdras 9.9: “...levantar la casa de nuestro Dios, restaurarla de
sus ruinas [chorbah], y que nos de un muro en Judá y Jerusalén”.
Levítico 26.31: “Azotaré hasta la devastación [chorbah] de sus
ciudades”.
Arriba hemos recopilado unos cuantos ejemplos del uso de la palabra
“chorbah” en las Escrituras, y todos ellos se refieren a la misma cosa: Edificaciones
destruidas y arruinadas. Esta no es la simple opinión de un lingüista o un
experto sino la clara manera en que la Biblia consistentemente usa esa palabra
en varios contextos. Nos muestra que implica más que alguna clase de concepto
vago de devastación o humillación, porque nunca conlleva esa idea en ninguna de
las cuarenta y dos ocasiones en que aparece en las Escrituras; ni siquiera una
sola vez. En cada lugar significa ruina total, abandono, y completa desolación.
Para mayor información sobre esta palabra consulte una concordancia de la
Biblia usando el número de Strong 02723 (10)
“Chorbah” en Daniel 9.2
Veamos cómo han vertido varias traducciones la palabra “chorbah” en
Daniel 9.2:
The New Living Translation: “Jerusalén deberá yacer desolada por
setenta años”.
The Bible in Basic English: “El hacer desolada a Jerusalén será
completado, a saber, setenta años”.
Young´s Literal Translation: “En cuanto a la completación de las
desolaciones de Jerusalén -setenta años”.
God´s Word: “EL SEÑOR le dijo al profeta Jeremías que Jerusalén permanecería
en ruinas por setenta años”.
The Good News Translation: “Los setenta años que Jerusalén estaría en
ruinas”.
New Century Version: “Jerusalén será una ruina vacía por setenta
años”.
Contemporary English Version: “Jerusalén yacerá en ruinas por
setenta años” (11).
Es
fácil ver lo que Daniel estaba tratando de decir. De acuerdo con lo que él
había leído en el libro de Jeremías Jerusalén estaría desolada, en ruinas,
devastada, abandonada, por setenta años enteros. Realmente es así de simple. Para
saber por qué la Traducción del Nuevo Mundo usa la palabra “devastaciones”
en vez de “ruinas” véase el apéndice C.
La palabra “shamem”.
Es
interesante que hay una palabra que la Traducción del Nuevo Mundo vierte
igualmente como “yacer desolado”; esa palabra es “shamem” (o “shana”). En 2
Crónicas 36.20,21 se dice acerca del rey Nabucodonosor: “A los que quedaron
de la espada se los llevó cautivos a Babilonia, y llegaron a ser siervos para
él y sus hijos hasta que la realeza de Persia empezó a reinar; para cumplir la
palabra de Jehová por boca de Jeremías, hasta que la tierra hubo pagado sus
sábados. Todos los días de yacer desolada [shamem] guardó sábado,
para cumplir setenta años”.
Según
el Theological Word Book of the Old Testament la palabra “shamem”
significa “ser desolada, ser desflorada, ser desierta”. Consultemos otras
traducciones de nuevo:
God´s Word: “Mientras yació en ruinas, la tierra tuvo sus
setenta años de descanso”.
Contemporary English: “Judá fue un desierto vacío, y permaneció de
esa forma por setenta años para hacer que todos esos años no se le permitiera
descansar”.
New Life Version: “Por los setenta años que la tierra no fue usada,
el Día de Descanso se mantuvo”.
New International Reader´s Version: “Ella descansó. Esa tierra desierta
no fue labrada por un total de setenta años”.
New International Version (UK): “La tierra disfrutó sus sábados de
descanso; todo el tiempo de su desolación descansó, hasta que los
setenta años fueron completados” (12).
No
hay ninguna duda razonable acerca de los versículos que hemos considerado. No
podrían ser más claros en lo que dicen. Toda la tierra, específicamente
incluyendo a Jerusalén, la ciudad capital, sería una ruina , una tierra
desierta, un desierto vacío, descansando, no siendo usada, un yermo, una tierra
salvaje.
Una tierra no habitada.
Aún
hay más evidencias. Volvamos a la profecía de Jeremías acerca de los setenta años
de devastación. Ahí él dijo: “Un yermo desolado es lo que toda la
tierra llegará a ser, y ¿no llevaré a cabo un verdadero exterminio? […]
Toda ciudad es dejada, y no hay hombre que more en ellas”
(Jeremías 4.27,29b). “Déjate corregir, oh Jerusalén, para que
mi alma no se aparte de ti disgustada; para que no te ponga como un yermo
desolado, una tierra no habitada” (Jeremías 6.8). Podemos ver que
la tierra, incluida “Jerusalén” y “toda ciudad”, sería dejada sin
habitante.
Otra
parte de la Biblia, en 2 Crónicas, hace un resumen del periodo completo de
setenta años. Ahí dice:
“Él
[Nabucodonosor] quemó el Templo de Jehová, derribó los muros de Jerusalén,
incendió sus palacios, y azotó todo lo que tenía belleza.
“Luego se llevó a todos los que quedaban a Babilonia, en
donde sirvieron como esclavos para él y sus hijos hasta que los medos vinieron
y cumplieron las palabras de Jehová por medio de Jeremías, y la tierra
observó sus sábados. Porque, durante los setenta años que la
tierra yació desolada, estuvo observando el sábado.
“Fue en el primer año de Ciro
el rey de Persia, para que se cumplieran las palabras de Jehová mediante
Jeremías, de que Jehová levantaría el espíritu de Ciro y le ordenaría enviar
una proclamación escrita por todo su reino que decía, ´Ciro el rey de
Persia dice, todos los reinos de la tierra me han sido dados por Jehová el Dios
del cielo, y Él me pidió que construya un Templo para Él en Jerusalén de Judea.
¿Quién de ustedes es Su pueblo? Jehová su Dios ahora está con él, ¡así que déjalo
regresar a Jerusalén!´” (2 Crónicas 36.19-23).
Hay
un fluir suave y lógico en los versículos citados. Nos hablan del comienzo y
del fin de los setenta años: Primero nos muestran a la ciudad siendo destruida
y a los últimos exiliados siendo llevados. Luego, cuando “la tierra yació
desolada” (y en este caso literalmente desolada, pues Jerusalén fue
destruida), cumplió sus setenta años de descanso sabático. Los setenta años
concluyeron cuando los judíos finalmente repoblaron su tierra.
Cuando Daniel discernió el número de los años estaba en lo correcto: La “desolación
de Jerusalén duraría setenta años”
(Daniel 9.2 New International Version).
-La palabra usada para “devastaciones”, “chorbah”,
significa estar “en ruinas”.
-Daniel dijo específicamente que la ciudad de
Jerusalén estuvo en “chorbah” por setenta años.
-La Biblia dice que la tierra entera sería un
desierto vacío, incluyendo a Jerusalén.
-La Biblia muestra que los setenta años
comenzaron cuando Jerusalén fue destruida.
Notas:
9- En Da 9.2
10- Biblestudytools: Khor-baw, total de
veces que se usa esta palabra en la King James Version : 42; waste 18,
desolation 8, desolate places 4, waste places 4, desert 3, desolate 3, decayed
places 1, destructions 1. Definición: A place laid waste. Ruin, waste,
desolation.
Interlinearbible.org:
le.cha.re.vo.vt: Strong no. 02723, waste, desolation, ruin.
11- Reina Valera 1995: “En el primer año de su
reinado, yo, Daniel, miré atentamente en los libros el número de los años de
que habló Jehová al profeta Jeremías, en los que habían de cumplirse las desolaciones
de Jerusalén: setenta años”. La Biblia Latinoamericana 1995 (católica): “Yo,
Daniel, me puse a buscar en las escrituras cuántos años quedaría en ruinas
Jerusalén. Al profeta Jeremías Yavé le habló de setenta años”. Nueva Versión
Internacional 1999: “Yo, Daniel, logré entender ese pasaje de las Escrituras
donde el SEÑOR le comunicó al profeta Jeremías que la desolación de
Jerusalén duraría setenta años”.
12- Reina Valera 1995: “Porque todo el tiempo de su asolamiento reposó,
hasta que los setenta años fueron cumplidos”. La Biblia Latinoamericana 1995
(católica): “Hasta que el país haya pagado sus sábados, quedará desolado
y descansará todos los días hasta que se cumplan los setenta años”.
Nueva Versión Internacional 1999: “La tierra disfrutó de su descanso
sabático todo el tiempo que estuvo desolada, hasta que se cumplieron
setenta años”.
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