Presentación

Esta es una traducción, hecha por mí (junto con las notas y esquemas), del ensayo Jerusalem 607 BCE, en su revisión de 2007, publicado por jehovahsjudgment.co.uk



24 may 2012

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2- ¿Está Jerusalén incluida en los setenta años de desolación?

   Cuando los setenta años estaban a punto de terminar el profeta Daniel dijo: “En el primer año de Darío [539/538 aec.] quien había sido hecho rey sobre el reino de los caldeos; en el primer año de reinar él [sobre los judíos como rey de Babilonia], yo mismo, Daniel, discerní por los libros el número de los años acerca de los cuales la palabra de Jehová había ocurrido a Jeremías el profeta, para cumplir las devastaciones de Jerusalén, a saber, setenta años” Daniel 9.1,2.

   Note que Daniel dijo que había discernido esto leyendo los “libros”, la palabra que le “había ocurrido a Jeremías”. Hoy aquellas palabras de Jeremías que Daniel leyó se encuentran en el capítulo 25 de Jeremías. Ahí Jeremías dice: “Y toda esta tierra tiene que llegar a ser un lugar devastado, un objeto de pasmo, y estas naciones tendrán que servir al rey de Babilonia setenta años […] a Jerusalén y a las ciudades de Judá y sus reyes, sus príncipes, para hacerlos un lugar devastado, un objeto de pasmo, algo de qué silbar y una invocación de mal” Jeremías 25.11,18

   Sí, Daniel leyó en Jeremías que cuando “toda” esa tierra -sí, incluida “Jerusalén” con sus “reyes” y “príncipes”- se convirtiera en una devastación tendrían que transcurrir setenta años. Esto es claramente lo que dice.

   Sin embargo algunos apóstatas argumentan que sólo la tierra de Judá fue devastada por setenta años, pero que su ciudad capital no era parte de la profecía sino solamente la tierra que la rodeaba. Esa es la manera en que ellos difunden el hecho de que su cronología seglar dice que Jerusalén solamente estuvo en ruinas por cincuenta años. ¿Tiene apoyo bíblico dicha teoría?

¿Cuándo comienzan los setenta años?

   En la misma profecía en la que Jeremías habla de Nabucodonosor viniendo para destruir a su gente y donde “estas naciones tendrán que servir al rey de Babilonia setenta años”, él específicamente menciona cuándo empezaría la “calamidad”. ¿En qué parte?

   Él dice: “Es con la ciudad sobre la cual se llama mi nombre con que estoy comenzando en cuanto a traer calamidad” (Jeremías 25.29). No, no es sobre la tierra que rodea la ciudad, ni sobre ninguna otra nación, sino sobre la ciudad de Jerusalén misma es donde la “calamidad” comenzaría: “La ciudad sobre la cual se llama mi nombre”.

   ¿Pero podría esta calamidad referirse a un simple ataque o al destierro de un pequeño grupo de exiliados? No. Para dejar las cosas perfectamente claras la “calamidad”es descrita. Unos pocos versículos más adelante se nos dice: “Una calamidad va a salir de nación en nación, y una gran tormenta misma será levantada desde las partes más remotas de la tierra. Y los muertos por Jehová ciertamente llegarán a estar en aquel día desde un extremo de la tierra hasta el mismísimo otro extremo de la tierra” (4). Sí, éste no fue el comienzo de ningún reinado como vasallo sino la sangrienta destrucción de Jerusalén, en la cual estoy comenzando en cuanto a traer calamidad”, dice Jehová.

   Ezequiel, en una visión, también confirma que el juicio comenzó con Jerusalén. “Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén […] Pasen por la ciudad detrás de él y hieran. No se sienta apenado su ojo, y no sientan ninguna compasión […] desde mi santuario deben comenzar” (Ezequiel 9.4-6). No, el juicio no comenzó en los alrededores de Judá dejando a la ciudad de Jerusalén intacta. La profecía no podía ser más clara: El juicio comenzó en Jerusalén, con el azote y asesinato de sus habitantes.

   Las profecías claramente fijan el inicio de los setenta años de desolación y servidumbre comenzando con la destrucción de una ciudad: Jerusalén.

¿Cuándo se fue Judá al exilio?

   Hay más pruebas de que Judá se fue al exilio únicamente a partir de que Jerusalén fue destruida y no antes; ¿en dónde se encuentran esas pruebas? En el capítulo 25 de 2 Reyes. Primero nos informa que Jerusalén había sido destruida:

   “Y en el mes quinto, al séptimo día del mes, es decir, el año diecinueve del rey Nabucodonosor el rey de Babilonia, Nebuzaradán el jefe de la guardia de corps, el siervo del rey de Babilonia, llegó a Jerusalén. Y procedió a quemar la casa de Jehová y la casa del rey y todas las casas de Jerusalén; y la casa de todo hombre grande la quemó con fuego. Y en cuanto a los muros de Jerusalén, todo en derredor, […] los demolió”. (5)

   Ahora observe si puede deducir, en los versículos siguientes, cuándo Judá se fue al exilio:

   “Y de la ciudad tomó a un oficial de la corte que tenía los hombres de guerra a su mando, y a cinco hombres de los que tenían acceso al rey que se hallaban en la ciudad; y al secretario del jefe del ejército, el que reunía con fines militares a la gente de la tierra, y a sesenta hombres de la gente de la tierra a quienes se halló en la ciudad; y luego los tomó Nebuzaradán el jefe de la guardia de corps y los condujo al rey de Babilonia en Riblá. Y el rey de Babilonia procedió a derribarlos y a darles muerte en Riblá, en la tierra de Hamat. Así Judá se fue al destierro de sobre su suelo”. (6)

   Así es. Judá no fue llevada al exilio antes que la ciudad de Jerusalén. Fue después que Jerusalén fue destruida que “Judá se fue al destierro de sobre su suelo”. Esas son palabras de la Biblia, no nuestras.

Judíos viviendo fuera de Jerusalén.

   Además la Biblia dice específicamente que había judíos viviendo fuera de Jerusalén en sus propias ciudades y aldeas poco antes de que Jerusalén fuera destruida. Jeremías dice: “Ahora bien, en el quinto año de Jehoiaquim [dos años después de la devastación de Judá, según los apóstatas]  hijo de Josías, el rey de Judá, en el mes noveno, aconteció que toda la gente de Jerusalén y toda la gente que estaba entrando en Jerusalén de las ciudades de Judá proclamaron un ayuno delante de Jehová”. (7)

   The New Living Translation dice: “Gente de todo Judá asistió a los servicios en el Templo en ese día”. La traducción The Message dice: “Toda la gente de las aldeas de Judea”. Claramente Judá no fue la única asolada dejando a Jerusalén como la única ciudad sobreviviente, como los apóstatas claman.

   No sorprende que Daniel creyera que la mencionada devastación incluía a Jerusalén, ¡y de hecho remarcó que ´se cumplirían las devastaciones de Jerusalén´! La profecía que él consultó en el libro de Jeremías decía que toda esta tierra” sería devastada, y que haría de ´Jerusalén y de las ciudades de Judá y de sus reyes y príncipes un lugar devastado´.

   La profecía de los setenta años está íntimamente vinculada a Jerusalén; eso era lo que Daniel creía. No tendría sentido que los profetas dijeran que “todo” el país sería diezmado y luego esperaran que sus lectores asumieran que eso significaba que la ciudad más grande permanecería intacta por veinte años. Las palabras de la Biblia no son complicadas en esta parte, son muy claras. Son los razonamientos de los apóstatas los que las hacen  indebidamente complejas y difíciles de entender.

   De hecho, si la cronología seglar fuera correcta, habría sido muy raro que Daniel discerniera  que setenta años de devastación habían pasado sobre Jerusalén. De acuerdo a la cronología seglar la ciudad permaneció habitada, con un rey, un sacerdocio, y un templo en funciones, durante dos décadas de la, así llamada, “devastación”.

   Además Jeremías  hizo su profecía en “el cuarto año de Jehoiaquim” (Jeremías 25.1), es decir en 604 aec. de la cronología seglar (8). Este es un gran problema para los apóstatas ya que ellos afirman que la devastación de Judá comenzó un año antes, en 605 aec. ¡Y es que la profecía de Jeremías es con respecto al futuro! Él dice: “Toda esta tierra tiene que llegar a ser un lugar devastado” (Jeremías 25.11) , y “esta mismísima ciudad será devastada” (Jeremías 26.9).

Conclusión.

   A algunas personas les gustaría que creyéramos que las “devastaciones de Jerusalén” que Daniel mencionó son una especie de concepto ambigüo que comenzó veinte años antes de que Jerusalén fuera destruida, cuando (supuestamente) el reino de Judá fue asolado. Sin embargo, la palabra inspirada de Dios está en desacuerdo con todos estos puntos. La Biblia no muestra que Judá fuera devastada años antes de la destrucción de su ciudad capital. No, no lo muestra en ninguna parte.

-Los setenta años comienzan con calamidad y muerte sobre Jerusalén.
-La Biblia dice que Judá y Jerusalén serían devastadas juntas.
-Los apóstatas se refieren a cierto año como posterior a la devastación, mientras que la Biblia se refiere a la devastación, en ese mismo año, como algo que aún estaba en el futuro.
-Dos años después de que supuestamente comenzó, la Biblia menciona a personas de otras ciudades de Judá.
-Judá fue llevada al exilio únicamente después de la destrucción de su ciudad capital.
Notas:
4- Jer 25.32,33
5- 2 Re 25.8-10
6- 2 Re 25.19-21
7- Jer 36.9
8- Pero de acuerdo a la cronología basada en la Biblia la hizo en 625 aec.

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