Apéndice G:
Intentos de justificar los problemas de Tiro y
Egipto.
Los
cuarenta años de desolación de Egipto y los setenta en que Tiro sería olvidada
representan un gran problema para la fecha de 587 aec. Para tratar de
justificar estos asuntos varios promotores del 587 aec. han usado varias
tácticas; aquí presentamos algunas de ellas:
Táctica 1: Contradecirte a ti mismo:
La
desolación de Egipto por Nabucodonosor ocurrió inmediatamente después de que
éste atacó a Tiro, y después de haberse llevado a más exiliados a Babilonia en
su 23° año y no en su 37° año. (72)
Aparte de contradecir su propia historia seglar y del problema de los
muchos años que duró el sitio de Tiro por Nabucodonosor, este intento de
explicar el problema también contradice a la Biblia.
Su
argumento exige que Egipto fuera desolado por Nabucodonosor, pero debido a que
aquel era aún suficientemente poderoso (y seguía habitado) el rey Nabucodonosor
regresó muchos años después y lo atacó por segunda vez. Pero la Biblia está en
desacuerdo con esto, y específicamente dice que “no pasará por él el pie de
hombre terrestre” por un total de cuarenta años. Obviamente su desesperado
intento de explicar este problema es erróneo (73).
Además, de acuerdo a los apóstatas, Ezequiel dijo (hablando hacia el
futuro) que Egipto sería dado a Babilonia; sin embargo, según la explicación ya
citada, Egipto ya de hecho habría estado desolado para ese momento.
No es
necesario decir que este es un pobre parche y un intento obvio para explicar un
problema crítico.
Táctica 2: Usar una falacia lógica:
En
otra profecía acerca de Tiro Ezequiel dice que Tiro nunca sería reconstruida,
pero sí lo fue. Por lo tanto, dado que la profecía sobre Tiro es figurativa,
entonces la profecía sobre Egipto también debe serlo.
Hay
que dejar en claro, primero, que la profecía de los setenta años para Tiro no
es figurativa. La sección antigüa de Tiro nunca fue reconstruida. La profecía
de Ezequiel dice:
“...y
ciertamente despojarán tus recursos y saquearán tus artículos de venta, y
derruirán tus muros, y tus casas deseables demolerán. Y tus piedras y tu
maderaje y tu polvo colocarán en el medio mismo del agua. Y ciertamente haré
cesar la bulla de tu cantar, y el sonido mismo de tus arpas no se oirá más. Y
ciertamente haré de ti una superficie brillante y pelada de peñasco. Un
secadero para redes barrederas es lo que llegarás a ser. Nunca serás
reedificada; porque yo mismo, Jehová, he hablado”. (74)
Esta
parte de la profecía se cumplió de una manera muy literal en dos etapas:
Primero, el rey Nabucodonosor atacó a la ciudad, como Ezequiel lo predijo. Sin
embargo ese fue apenas el comienzo de la caída de Tiro. La profecía tuvo su
cumplimiento completo cuando Alejandro Magno echó al mar a la parte continental de la ciudad con el objetivo de construir con
los escombros un terraplén hacia la parte insular de la misma para así
derrotarla. La sección antigüa de Tiro, y su reinado, nunca fue reconstruida, y
de hecho se convirtió en un pueblo de pescadores, “un secadero para redes
barrederas”.
Sin
embargo, en el cumplimiento inicial de esta profecía Nabucodonosor atacó a la
ciudad y ésta fue realmente “olvidada” por setenta años, como Jehová
había revelado por medio del profeta Isaías. Todos estos son eventos literales,
no figurativos.
¿Pero
qué tiene que ver todo esto con Egipto? Nada. Es un razonamiento defectuoso el
vincular dos temas totalmente ajenos entre sí y sin ninguna conexión y decir
que dado que esto es figurativo entonces aquello también lo debe ser. Pero
aún si asumiéramos que la profecía de Ezequiel sobre Tiro es figurativa todavía
tendríamos que encontrar una conexión entre ella y la profecía sobre Egipto, y
tendríamos que buscar razones para decir que se trata de una profecía
figurativa. Pero no hay ninguna conexión entre ellas, excepto que ambas
profecías fueron hechas por Ezequiel.
¿Es
razonable concluir que todas las profecías de la Biblia son figurativas sólo
porque la profecía de Ezequiel sobre Tiro lo es? (aunque ya hemos visto que no
es así). ¿Debemos asumir que todas las profecías del libro de Ezequiel son
figurativas porque la profecía sobre Tiro lo es?, ¿o vamos a tomar cualquier
profecía o periodo de tiempo en la Biblia que no encaje con la cronología
seglar y vamos a decir “esto es figurativo”?
Aparentemente los promotores del 587 aec. se tienen permitido hacer eso.
Táctica 3: Hacer algo:
Jehová
ordenó a Jonás a que le dijera a Nínive que sería derribada, pero cuando ésta
se arrepintió Dios no llevó a cabo lo que les había dicho; igual debió suceder
en el caso de Egipto.
La
Biblia nos cuenta en detalle la historia de Jonás y nos explica exactamente
cómo el rey de Nínive y sus súbditos se arrepintieron, lo cual motivó a Dios a
perdonarles la vida. ¿Tenemos nosotros un registro igualmente detallado del
supuesto arrepentimiento de Egipto en alguna parte de la Biblia?, ¿se nos dice
cómo el faraón y su pueblo se arrepintieron en saco y ceniza cuando oyeron las
advertencias de la venidera destrucción? Indudablemente tal demostración de
arrepentimiento, de parte de una de las más notorias naciones paganas de la
historia, habría sido registrada en la Biblia como un ejemplo para todas las
demás, ¿no es verdad? ¿Por qué, entonces, la Biblia no menciona ni una sola vez
tan increíble evento? Ni siquiera la historia tradicional judía registra
semejante evento, y tampoco lo hacen los historiadores judíos como Josefo.
¿Pero
qué se puede decir en cuanto a la evidencia seglar?, ¿tenemos disponibles
fragmentos antigüos describiéndonos cómo el faraón y su gente abandonaron a sus
dioses paganos y se volvieron a la adoración de Jehová?, ¿por qué es tan
difícil siquiera responder a esta pregunta sin echarnos a reír?, probablemente
porque ese es sólo un invento absurdo que un promotor del 587 aec. puso en un
mensaje en un foro de Internet.
Táctica 4: Usar otra falacia lógica:
Argumentar ignorancia:
No hay ninguna evidencia seglar que de alguna
indicación de que Egipto haya sido desolado durante ese periodo de tiempo.
De hecho sí la hay. Aunque hay muy poca
evidencia seglar sobre el Egipto de aquel periodo este hecho no debería
sorprendernos viniendo de la nación que no quiso registrar el éxodo de los
israelitas de Egipto; ¿pero significa eso que el éxodo nunca ocurrió?
No
obstante, los babilonios sí registraron esa derrota de Egipto. La evidencia
muestra que sólo dos años después de la parte final de la profecía contra
Egipto Nabucodonosor atacó a aquella nación. La crónica de Babilonia conocida
como BM 33041 dice: “En el año treinta y siete de Nabucodonosor, rey del
país de Babilonia, él fue a Mizraim (Egipto) a hacer guerra. Amasis, rey de
Egipto, reunió [a su ejército], y marcharon y se extendieron...” (45).
Afortunadamente para los promotores del 587 aec. el resto de la crónica
está severamente dañada y el grado de la derrota de Egipto no se alcanza a
leer. Ciertamente sería interesante leer la inscripción completa si los
historiadores la tuvieran disponible. Existe una cierta posibilidad de que esa
inscripción tuviera la evidencia que falta, sin embargo la parte de la crónica
que sí puede ser descifrada es suficiente para demostrar que Nabucodonosor
llevó a cabo una campaña contra Egipto en el tiempo preciso en que Ezequiel lo
profetizó. ¿Será sólo una coincidencia? Difícilmente. La profecía de Ezequiel
se cumplió al tiempo apropiado.
Táctica 5: Una falacia lógica más: Si yo no sé
cómo se hizo, entonces no pudo haberse hecho:
No
hay manera en que Babilonia pudiera haber desplazado a millones de egipcios.
Al
contrario, precisamente eso era lo que Babilonia sabía hacer muy bien. Los
babilonios tenían mucha experiencia en desplazar naciones enteras; eso incluso
le ocurrió a Judá, cuando millones fueron asesinados o desplazados por
Babilonia. Las naciones de alrededor también sufrieron ese destino.
Sí,
hay pruebas positivas de que Babilonia pudo e hizo que naciones enteras se
fueran al exilio desde sus lugares de origen; pero más allá de eso no hay que
olvidar que fue el Todopoderoso, Jehová, quien profetizó que eso sucedería y él
era quien podía hacer que en efecto ocurriera. ¡Qué argumento tan absurdo es el
que niega el poder de Jehová y el que desconoce la costumbre de Nabucodonosor
de exiliar a pueblos enteros de sus tierras!
Táctica 6: Mi argumento no está equivocado,
¡la evidencia está equivocada!:
Ezequiel era un falso profeta y no se
cumplieron sus profecías contra Tiro ni contra Egipto.
Este
argumento es respaldado por aquellos que se dan cuenta de que si la profecía de
Ezequiel fuera correcta entonces la teoría del 587 aec. estaría equivocada. Así
que, más bien que ser deshonestos y pretender que la Biblia apoya al 587 aec.,
lo que hacen es decir que la Biblia se equivoca en ese punto en particular.
Un
bien conocido opositor del 607 aec., llamado Allan, declara audazmente: “Es
perfectamente demostrable que la profecía de Ezequiel sobre la reconstrucción
de Tiro no se cumplió, y por lo tanto todas sus otras profecías son, por lo
menos, cuestionables […] El simple hecho es que Ezequiel profetizó falsamente,
y por lo tanto sus palabras no pueden ser tomadas en serio”. Al hacer tal
declaración él admite estar consciente de que la Biblia no apoya al 587 aec. y
que sí lo hace con el 607 aec.
Táctica 7: Hacer algo (otra vez):
Jehová interrumpió la desolación de Egipto
porque Nabucodonosor se excedió en su trato rudo hacia Judá, y por eso Dios
decidió que no le daría a Nabucodonosor el despojo de Egipto.
¿Cómo
puede ser ese el caso? La parte final de la profecía de Ezequiel fue dada
aproximadamente diecisiete años después de que Nabucodonosor desolara a
Jerusalén, es decir en el año 27° del exilio de Ezequiel (75); por
lo tanto Jehová ya había, de hecho, visto y sabido, como testigo presencial, el
trato exacto que Nabucodonosor había dado a Judá cuando inspiró a Ezequiel a
anunciar esa profecía.
¿Podemos siquiera imaginar que Jehová tuvo amnesia temporal y por eso
profetizó que Nabucodonosor desolaría a Egipto y tomaría mucho botín?, y luego
Jehová habría recuperado la memoria y habría dicho: “Acabo de recordar lo que
Nabucodonosor le hizo a mi pueblo, que fue más rudo con él de lo que yo había
ordenado. Pero no importa; simplemente borraré la parte de la profecía que
habla de que Egipto sería desolado”. Las implicaciones de esto son ridículas.
Además, si las cosas hubieran sido así ¿por qué entonces los profetas
olvidaron mencionar este cambio de parecer?, ¿por qué la Biblia no lo menciona
ni una sola vez?, ¿por qué se puso por escrito la profecía de los cuarenta años
pero no el hecho de que nunca se realizó?
Y aún
más: ¿No es sospechosamente conveniente inventar estas “explicaciones” para
justificar cualquier otro argumento que contradiga tus propias conclusiones?
¡Cuán deshonesto es decir: “¡Oh, sí! La Biblia dice que tal o cual cosa
ocurrió, pero eso va en contra de mis propios razonamientos y por lo tanto, por
algún motivo, la Biblia no registra lo que en realidad sucedió”, y luego
convencerse a uno mismo de que esa es la verdad y presentar esa conclusión como
un hecho demostrado!
Si
uno va a hacer eso, entonces ¿para qué tomarse la molestia de leer lo que dice
la Biblia?, ¿por qué no simplemente inventamos directamente lo que queramos y
ya?
Táctica 8: Contradecirte a ti mismo (otra
vez):
Los
cuarenta años no son literales; cuarenta es un símbolo de muchos años.
Si ese fuera el caso entonces la Biblia daría
ejemplos de profecías de cuarenta años o de cuarenta días que indudablemente
mostraran ser simbólicas y no literales, y luego habría que encontrar alguna
razón que nos llevara a aplicar ese simbolismo a la profecía de la desolación
de Egipto. ¿Pero qué es lo que encontramos?
Algunos defensores del 587 aec. han tratado de usar los cuarenta años
que los israelitas vagaron por el desierto, el diluvio de cuarenta días y
cuarenta noches, o los cuarenta días que Jesús pasó en el desierto, como
pruebas de que el cuarenta puede ser un símbolo de mucho tiempo. ¡Pero en
realidad todos esos sucesos fueron cuarenta años o cuarenta días literales,
no simbólicos!
Al
usar estos ejemplos ellos no han hecho más que erosionar su propio argumento de
una desolación figurativa de cuarenta años. No hay ni un solo precedente
bíblico que nos lleve a considerar como figurativos los cuarenta años de
desolación de Egipto; hacerlo sería absolutamente gratuito. ¡Por el contrario,
en la Biblia, cada día de un periodo de cuarenta días, o cada año de un periodo
de cuarenta años, son literales!
Comentarios finales:
Parece que algunas personas están tan obsesionadas por desacreditar a los
testigos de Jehová que rápidamente prefieren fabricar argumentos irrazonables y
sin base bíblica, como los presentados arriba, que admitir la clara lógica y
creer en las Escrituras. Tercamente estas personas se rehúsan a admitir que la
cronología seglar está equivocada y que la de la Biblia es correcta. Para
cualquiera que crea en la Biblia el año 607 aec. es la única fecha posible para
la destrucción de Jerusalén... a menos, por supuesto, que usted prefiera darle
mayor crédito a las llamadas “explicaciones” mencionadas anteriormente.
Notas:
72- 37° año de Nabucodonosor: 568 aec. (cronología seglar), 588 aec.
(cronología basada en la Biblia). 23° año de Nabucodonosor: 582 aec.
(cronología seglar). 602 aec. (cronología basada en la Biblia).
73- Eze 29.11
74- Eze 26.12-14
75- Es decir, en 590 aec. (según la cronología basada en la Biblia).
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