Presentación

Esta es una traducción, hecha por mí (junto con las notas y esquemas), del ensayo Jerusalem 607 BCE, en su revisión de 2007, publicado por jehovahsjudgment.co.uk



24 may 2012

Apéndice G


Apéndice G:

Intentos de justificar los problemas de Tiro y Egipto.

   Los cuarenta años de desolación de Egipto y los setenta en que Tiro sería olvidada representan un gran problema para la fecha de 587 aec. Para tratar de justificar estos asuntos varios promotores del 587 aec. han usado varias tácticas; aquí presentamos algunas de ellas:

Táctica 1: Contradecirte a ti mismo:

   La desolación de Egipto por Nabucodonosor ocurrió inmediatamente después de que éste atacó a Tiro, y después de haberse llevado a más exiliados a Babilonia en su 23° año y no en su 37° año. (72)

   Aparte de contradecir su propia historia seglar y del problema de los muchos años que duró el sitio de Tiro por Nabucodonosor, este intento de explicar el problema también contradice a la Biblia.

   Su argumento exige que Egipto fuera desolado por Nabucodonosor, pero debido a que aquel era aún suficientemente poderoso (y seguía habitado) el rey Nabucodonosor regresó muchos años después y lo atacó por segunda vez. Pero la Biblia está en desacuerdo con esto, y específicamente dice que “no pasará por él el pie de hombre terrestre” por un total de cuarenta años. Obviamente su desesperado intento de explicar este problema es erróneo (73).

   Además, de acuerdo a los apóstatas, Ezequiel dijo (hablando hacia el futuro) que Egipto sería dado a Babilonia; sin embargo, según la explicación ya citada, Egipto ya de hecho habría estado desolado para ese momento.

   No es necesario decir que este es un pobre parche y un intento obvio para explicar un problema crítico.

Táctica 2: Usar una falacia lógica:

   En otra profecía acerca de Tiro Ezequiel dice que Tiro nunca sería reconstruida, pero sí lo fue. Por lo tanto, dado que la profecía sobre Tiro es figurativa, entonces la profecía sobre Egipto también debe serlo.

   Hay que dejar en claro, primero, que la profecía de los setenta años para Tiro no es figurativa. La sección antigüa de Tiro nunca fue reconstruida. La profecía de Ezequiel dice:

   “...y ciertamente despojarán tus recursos y saquearán tus artículos de venta, y derruirán tus muros, y tus casas deseables demolerán. Y tus piedras y tu maderaje y tu polvo colocarán en el medio mismo del agua. Y ciertamente haré cesar la bulla de tu cantar, y el sonido mismo de tus arpas no se oirá más. Y ciertamente haré de ti una superficie brillante y pelada de peñasco. Un secadero para redes barrederas es lo que llegarás a ser. Nunca serás reedificada; porque yo mismo, Jehová, he hablado”. (74)

   Esta parte de la profecía se cumplió de una manera muy literal en dos etapas: Primero, el rey Nabucodonosor atacó a la ciudad, como Ezequiel lo predijo. Sin embargo ese fue apenas el comienzo de la caída de Tiro. La profecía tuvo su cumplimiento completo cuando Alejandro Magno echó al mar a la parte continental  de la ciudad con el objetivo de construir con los escombros un terraplén hacia la parte insular de la misma para así derrotarla. La sección antigüa de Tiro, y su reinado, nunca fue reconstruida, y de hecho se convirtió en un pueblo de pescadores, “un secadero para redes barrederas”.

   Sin embargo, en el cumplimiento inicial de esta profecía Nabucodonosor atacó a la ciudad y ésta fue realmente “olvidada” por setenta años, como Jehová había revelado por medio del profeta Isaías. Todos estos son eventos literales, no figurativos.

   ¿Pero qué tiene que ver todo esto con Egipto? Nada. Es un razonamiento defectuoso el vincular dos temas totalmente ajenos entre sí y sin ninguna conexión y decir que dado que esto es figurativo entonces aquello también lo debe ser. Pero aún si asumiéramos que la profecía de Ezequiel sobre Tiro es figurativa todavía tendríamos que encontrar una conexión entre ella y la profecía sobre Egipto, y tendríamos que buscar razones para decir que se trata de una profecía figurativa. Pero no hay ninguna conexión entre ellas, excepto que ambas profecías fueron hechas por Ezequiel.

   ¿Es razonable concluir que todas las profecías de la Biblia son figurativas sólo porque la profecía de Ezequiel sobre Tiro lo es? (aunque ya hemos visto que no es así). ¿Debemos asumir que todas las profecías del libro de Ezequiel son figurativas porque la profecía sobre Tiro lo es?, ¿o vamos a tomar cualquier profecía o periodo de tiempo en la Biblia que no encaje con la cronología seglar y vamos a decir “esto es figurativo”?

   Aparentemente los promotores del 587 aec. se tienen permitido hacer eso.

Táctica 3: Hacer algo:

   Jehová ordenó a Jonás a que le dijera a Nínive que sería derribada, pero cuando ésta se arrepintió Dios no llevó a cabo lo que les había dicho; igual debió suceder en el caso de Egipto.

   La Biblia nos cuenta en detalle la historia de Jonás y nos explica exactamente cómo el rey de Nínive y sus súbditos se arrepintieron, lo cual motivó a Dios a perdonarles la vida. ¿Tenemos nosotros un registro igualmente detallado del supuesto arrepentimiento de Egipto en alguna parte de la Biblia?, ¿se nos dice cómo el faraón y su pueblo se arrepintieron en saco y ceniza cuando oyeron las advertencias de la venidera destrucción? Indudablemente tal demostración de arrepentimiento, de parte de una de las más notorias naciones paganas de la historia, habría sido registrada en la Biblia como un ejemplo para todas las demás, ¿no es verdad? ¿Por qué, entonces, la Biblia no menciona ni una sola vez tan increíble evento? Ni siquiera la historia tradicional judía registra semejante evento, y tampoco lo hacen los historiadores judíos como Josefo.

   ¿Pero qué se puede decir en cuanto a la evidencia seglar?, ¿tenemos disponibles fragmentos antigüos describiéndonos cómo el faraón y su gente abandonaron a sus dioses paganos y se volvieron a la adoración de Jehová?, ¿por qué es tan difícil siquiera responder a esta pregunta sin echarnos a reír?, probablemente porque ese es sólo un invento absurdo que un promotor del 587 aec. puso en un mensaje en un foro de Internet.

Táctica 4: Usar otra falacia lógica: Argumentar ignorancia:

   No hay ninguna evidencia seglar que de alguna indicación de que Egipto haya sido desolado durante ese periodo de tiempo.

   De hecho sí la hay. Aunque hay muy poca evidencia seglar sobre el Egipto de aquel periodo este hecho no debería sorprendernos viniendo de la nación que no quiso registrar el éxodo de los israelitas de Egipto; ¿pero significa eso que el éxodo nunca ocurrió?

   No obstante, los babilonios sí registraron esa derrota de Egipto. La evidencia muestra que sólo dos años después de la parte final de la profecía contra Egipto Nabucodonosor atacó a aquella nación. La crónica de Babilonia conocida como BM 33041 dice: “En el año treinta y siete de Nabucodonosor, rey del país de Babilonia, él fue a Mizraim (Egipto) a hacer guerra. Amasis, rey de Egipto, reunió [a su ejército], y marcharon y se extendieron...” (45).

   Afortunadamente para los promotores del 587 aec. el resto de la crónica está severamente dañada y el grado de la derrota de Egipto no se alcanza a leer. Ciertamente sería interesante leer la inscripción completa si los historiadores la tuvieran disponible. Existe una cierta posibilidad de que esa inscripción tuviera la evidencia que falta, sin embargo la parte de la crónica que sí puede ser descifrada es suficiente para demostrar que Nabucodonosor llevó a cabo una campaña contra Egipto en el tiempo preciso en que Ezequiel lo profetizó. ¿Será sólo una coincidencia? Difícilmente. La profecía de Ezequiel se cumplió al tiempo apropiado.

Táctica 5: Una falacia lógica más: Si yo no sé cómo se hizo, entonces no pudo haberse hecho:

   No hay manera en que Babilonia pudiera haber desplazado a millones de egipcios.

   Al contrario, precisamente eso era lo que Babilonia sabía hacer muy bien. Los babilonios tenían mucha experiencia en desplazar naciones enteras; eso incluso le ocurrió a Judá, cuando millones fueron asesinados o desplazados por Babilonia. Las naciones de alrededor también sufrieron ese destino.

   Sí, hay pruebas positivas de que Babilonia pudo e hizo que naciones enteras se fueran al exilio desde sus lugares de origen; pero más allá de eso no hay que olvidar que fue el Todopoderoso, Jehová, quien profetizó que eso sucedería y él era quien podía hacer que en efecto ocurriera. ¡Qué argumento tan absurdo es el que niega el poder de Jehová y el que desconoce la costumbre de Nabucodonosor de exiliar a pueblos enteros de sus tierras!

Táctica 6: Mi argumento no está equivocado, ¡la evidencia está equivocada!:

   Ezequiel era un falso profeta y no se cumplieron sus profecías contra Tiro ni contra Egipto.

   Este argumento es respaldado por aquellos que se dan cuenta de que si la profecía de Ezequiel fuera correcta entonces la teoría del 587 aec. estaría equivocada. Así que, más bien que ser deshonestos y pretender que la Biblia apoya al 587 aec., lo que hacen es decir que la Biblia se equivoca en ese punto en particular.

   Un bien conocido opositor del 607 aec., llamado Allan, declara audazmente: “Es perfectamente demostrable que la profecía de Ezequiel sobre la reconstrucción de Tiro no se cumplió, y por lo tanto todas sus otras profecías son, por lo menos, cuestionables […] El simple hecho es que Ezequiel profetizó falsamente, y por lo tanto sus palabras no pueden ser tomadas en serio”. Al hacer tal declaración él admite estar consciente de que la Biblia no apoya al 587 aec. y que sí lo hace con el 607 aec.

Táctica 7: Hacer algo (otra vez):

   Jehová interrumpió la desolación de Egipto porque Nabucodonosor se excedió en su trato rudo hacia Judá, y por eso Dios decidió que no le daría a Nabucodonosor el despojo de Egipto.

   ¿Cómo puede ser ese el caso? La parte final de la profecía de Ezequiel fue dada aproximadamente diecisiete años después de que Nabucodonosor desolara a Jerusalén, es decir en el año 27° del exilio de Ezequiel (75); por lo tanto Jehová ya había, de hecho, visto y sabido, como testigo presencial, el trato exacto que Nabucodonosor había dado a Judá cuando inspiró a Ezequiel a anunciar esa profecía.

  ¿Podemos siquiera imaginar que Jehová tuvo amnesia temporal y por eso profetizó que Nabucodonosor desolaría a Egipto y tomaría mucho botín?, y luego Jehová habría recuperado la memoria y habría dicho: “Acabo de recordar lo que Nabucodonosor le hizo a mi pueblo, que fue más rudo con él de lo que yo había ordenado. Pero no importa; simplemente borraré la parte de la profecía que habla de que Egipto sería desolado”. Las implicaciones de esto son ridículas.

   Además, si las cosas hubieran sido así ¿por qué entonces los profetas olvidaron mencionar este cambio de parecer?, ¿por qué la Biblia no lo menciona ni una sola vez?, ¿por qué se puso por escrito la profecía de los cuarenta años pero no el hecho de que nunca se realizó?

   Y aún más: ¿No es sospechosamente conveniente inventar estas “explicaciones” para justificar cualquier otro argumento que contradiga tus propias conclusiones? ¡Cuán deshonesto es decir: “¡Oh, sí! La Biblia dice que tal o cual cosa ocurrió, pero eso va en contra de mis propios razonamientos y por lo tanto, por algún motivo, la Biblia no registra lo que en realidad sucedió”, y luego convencerse a uno mismo de que esa es la verdad y presentar esa conclusión como un hecho demostrado!

   Si uno va a hacer eso, entonces ¿para qué tomarse la molestia de leer lo que dice la Biblia?, ¿por qué no simplemente inventamos directamente lo que queramos y ya?

Táctica 8: Contradecirte a ti mismo (otra vez):

   Los cuarenta años no son literales; cuarenta es un símbolo de muchos años.

   Si ese fuera el caso entonces la Biblia daría ejemplos de profecías de cuarenta años o de cuarenta días que indudablemente mostraran ser simbólicas y no literales, y luego habría que encontrar alguna razón que nos llevara a aplicar ese simbolismo a la profecía de la desolación de Egipto. ¿Pero qué es lo que encontramos?

   Algunos defensores del 587 aec. han tratado de usar los cuarenta años que los israelitas vagaron por el desierto, el diluvio de cuarenta días y cuarenta noches, o los cuarenta días que Jesús pasó en el desierto, como pruebas de que el cuarenta puede ser un símbolo de mucho tiempo. ¡Pero en realidad todos esos sucesos fueron cuarenta años o cuarenta días literales, no simbólicos!

   Al usar estos ejemplos ellos no han hecho más que erosionar su propio argumento de una desolación figurativa de cuarenta años. No hay ni un solo precedente bíblico que nos lleve a considerar como figurativos los cuarenta años de desolación de Egipto; hacerlo sería absolutamente gratuito. ¡Por el contrario, en la Biblia, cada día de un periodo de cuarenta días, o cada año de un periodo de cuarenta años, son literales!

Comentarios finales:

   Parece que algunas personas están tan obsesionadas por desacreditar a los testigos de Jehová que rápidamente prefieren fabricar argumentos irrazonables y sin base bíblica, como los presentados arriba, que admitir la clara lógica y creer en las Escrituras. Tercamente estas personas se rehúsan a admitir que la cronología seglar está equivocada y que la de la Biblia es correcta. Para cualquiera que crea en la Biblia el año 607 aec. es la única fecha posible para la destrucción de Jerusalén... a menos, por supuesto, que usted prefiera darle mayor crédito a las llamadas “explicaciones” mencionadas anteriormente.
Notas:
72- 37° año de Nabucodonosor: 568 aec. (cronología seglar), 588 aec. (cronología basada en la Biblia). 23° año de Nabucodonosor: 582 aec. (cronología seglar). 602 aec. (cronología basada en la Biblia).
73- Eze 29.11
74- Eze 26.12-14
75- Es decir, en 590 aec. (según la cronología basada en la Biblia).

 

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