Presentación

Esta es una traducción, hecha por mí (junto con las notas y esquemas), del ensayo Jerusalem 607 BCE, en su revisión de 2007, publicado por jehovahsjudgment.co.uk



24 may 2012

5


5- ¿Comenzaron los setenta años en el primer año de Nabucodonosor?

   En el capítulo anterior mostramos cómo la Biblia claramente enseña que los setenta años de servidumbre al rey de Babilonia comenzaron con la destrucción de Jerusalén. Sin embargo, los defensores del 587 ignoran esto o lo descartan tercamente.

   En su lugar sostienen que 587 aec. es la fecha de la destrucción de Jerusalén y encuentran algunos otros sucesos alrededor del año 607 aec. que podrían significar que Judá comenzó a “servir” a Babilonia en esa fecha; de ese modo ellos no tienen que decir que la profecía de los setenta años ha fallado. Y es que si ellos no pudieran encontrar algún indicio de servidumbre que marcara el comienzo de los setenta años se verían forzados a decir que la profecía de la Biblia no se cumplió, y eso iría en contra del propósito que buscan, a saber, arrastrar a la gente tras de sí y alejarla de la verdad.

   Desafortunadamente para ellos en la cronología seglar no hay ningún evento destacable que se ubique setenta años antes de que los exiliados regresaran a su territorio... ¿o sí lo hay?

Tercer año de Jehoiaquim/ Primer año de Nabucodonosor.

   En Daniel 1.1 el profeta dice que fue llevado al exilio en ´el tercer año de Jehoiaquim´. Daniel estaba hablando desde la perspectiva de Babilonia, y se refería al tercer año de Jehoiaquim como vasallo del reinado del imperio babilonio. Todas las fechas dadas por Daniel se ajustan a dicha perspectiva. Véase el apéndice N.

   Sin embargo, ¿qué pasaría si Daniel no estuviera hablando del tercer año como vasallo sino del tercer año normal del reinado en Judá? Si ese fuera el caso, entonces, según la cronología seglar, Daniel y otros judíos habrían sido llevados al exilio en Babilonia en el año 605 aec. ¡Esos serían aproximadamente setenta años antes de que los exiliados regresaran! ¡Es un cálculo bastante conveniente! Basados en este razonamiento los apóstatas pueden argumentar que los setenta años de servidumbre comenzaron en ese año.

   La Biblia guarda un registro de todas las ocasiones en las que el rey Nabucodonosor se llevó a Babilonia a exiliados de Judá. Lo hizo en tres ocasiones: En su séptimo, decimoctavo, y vigésimo tercer años (Jeremías 52.28-30). Sin embargo, para hacer que su reinterpretación encaje, los apóstatas se ven forzados a inventar una nueva fecha, una más temprana ocasión en la que Nabucodonosor se haya llevado exiliados. Esa fecha sería en su primer año.

   De ese modo ellos dicen que su cronología seglar es correcta cuando establece que Jerusalén fue destruida en 587 aec. y que aún así la profecía de los setenta años se cumplió. Ellos dicen que los setenta años de ´servidumbre´ comenzaron cuando el primer grupo de exiliados fue, supuestamente, tomado por Nabucodonosor en su primer año, el cual corresponde al tercer año de Jehoiaquim.

   Sin embargo uno no puede, simple y artificialmente, inventar un exilio extra, que habría tenido lugar antes que los otros, sin provocar algunas serias contradicciones en la narrativa de la Biblia.

¿Sólo 68 años?

   Primero que nada, eso en realidad no llenaría los requisitos de la profecía de los setenta años. Y no se trata solamente de que Jerusalén habría estado habitada por veinte años más -cuando las profecías dicen lo contrario- sino que, si contamos de 605 aec. a 537 aec. -cuando los exiliados regresaron a su territorio-, sólo tenemos sesenta y ocho años de “servidumbre” y no setenta. Por lo tanto esta interpretación demuestra ser errónea desde el primer momento.

   Si esta fuera una mejor y más correcta explicación que la del 607, entonces ¿por qué inmediatamente crea una inconsistencia? Si fuera correcta ¿por qué entonces no armoniza más que la del 607? Para mayor información véase el apéndice E.

   Además, si como ellos claman, hubiera habido un exilio en el tercer año de Jehoiaquim, la Biblia en repetidas ocasiones estaría contradiciendo esa idea.

Jeremías no lo menciona en su lista de exiliados.

   Al final de su libro Jeremías presenta un registro de “todos” los exiliados llevados a Babilonia. Él dice: “Estas son las personas a quienes Nabucodorosor llevó al destierro: en el año séptimo, tres mil veintitrés judíos. En el año dieciocho de Nabucodorosor, de Jerusalén hubo ochocientas treinta y dos almas. En el año veintitrés de Nabucodorosor, Nebuzaradán el jefe de la guardia de corps llevó al destierro a judíos, a setecientas cuarenta y cinco almas. Todas las almas fueron cuatro mil seiscientas” (Jeremías 52.28-30).

   Como podemos ver Jeremías enlista a “todas las almas” tomadas, pero no menciona a ninguna que hubiera sido tomada durante el exilio inventado del primer año de Nabucodonosor, es decir, el tercer año de Jehoiaquim. ¿Por qué? Probablemente porque  los apóstatas simplemente han creado ese primer exilio en sus cabezas, pero que en verdad nunca sucedió en el mundo real. Si hubiera sucedido, como ellos claman, entonces tendríamos que preguntarnos por qué no armoniza con los versículos citados y por qué Jeremías presentó una lista incompleta mientras, erróneamente, dijo que era una lista de ´todos´los exiliados.

Primer informe de Jeremías con respecto al cuarto año de Jehoiaquim.

   Pero todavía hay más problemas.  Bastantes pasajes en el libro de Jeremías contradicen totalmente la idea de un exilio extra en el tercer año de Jehoiaquim.
 
   El capítulo 25 de Jeremías se ubica en el cuarto año del rey Jehoiaquim. De acuerdo con los apóstatas, poco antes de ese tiempo, Jerusalén estuvo bajo sitio, el rey posiblemente fue llevado a Babilonia en cadenas antes de permitírsele regresar como rey vasallo, los exiliados fueron llevados cautivos, y algunos utensilios del templo fueron saqueados. Ese fue el supuesto comienzo de la desolación (o servidumbre).

   Sin embargo, extrañamente, el registro de Jeremías no menciona ninguno de esos eventos recientes. “La palabra que le ocurrió a Jeremías acerca de todo el pueblo de Judá en el año cuarto de Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de Judá, es decir, el primer año de Nabucodorosor el rey de Babilonia”.

   El profeta continúa: Estos veintitrés años me ha ocurrido la palabra de Jehová, y seguí hablándoles, madrugando y hablando, pero ustedes no escucharon […] Por la razón de que ustedes no obedecieron mis palabras, miren, voy a enviar y ciertamente tomaré a todas las familias del norte -es la expresión de Jehová- hasta enviar aviso a Nabucodorosor el rey de Babilonia, mi siervo, y ciertamente las traeré contra esta tierra y contra sus habitantes y contra todas estas naciones en derredor; y ciertamente los daré por entero a la destrucción” (Jeremías 25.1-9).

   Los apóstatas dicen que, para cuando las palabras arriba citadas fueron escritas, Babilonia ya había atacado a esa tierra. Pero de ser así es raro que el profeta no mencionara nada sobre ello, por el contrario, parece estar enfatizando que las advertencias habían sido proclamadas por los pasados veintitrés años y nadie las quiso escuchar ni poner atención en ellas. Pareciera como si nadie creyera que Babilonia iba a llegar.

   Además Jeremías hizo esta advertencia en el versículo 11: “Y toda esta tierra tiene que llegar a ser un lugar devastado”. Sí, los predichos setenta años de devastación aún no habían comenzado. Así que, si la teoría basada en el 587 aec. es más acertada que la de 607 aec. , nos preguntamos por qué se crea esta inconsistencia en la narrativa ¿No es verdad que, si fuera correcta, debería armonizar más bien que contradecir?

Segundo informe de Jeremías con respecto al cuarto año del rey.

   Jeremías escribió otro informe durante el cuarto año de Jehoiaquim. ¿En él apoya la idea de que los exiliados ya habían sido tomados cautivos? No.

   En el capítulo 36 Jeremías nos dice que “en el cuarto año de Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de Judá, aconteció que a Jeremías le ocurrió esta palabra de parte de Jehová, que dijo: ´Toma para ti un rollo de un libro, y tienes que escribir en él todas las palabras que te he hablado contra Israel y contra Judá y contra todas las naciones […] Quizás los de la casa de Judá escuchen toda la calamidad que estoy pensando hacerles, a fin de que se vuelvan, cada uno de su camino malo, y de que yo realmente les perdone su error y su pecado´” (19).

   Este es el cuarto año del reinado de Jehoiaquim -un año después del ficticio primer exilio- . Pero, de acuerdo a este pasaje de la Biblia, nada aún ha sucedido. Ningún castigo ni ninguna calamidad ha llegado. Jehová aún está “pensando” traer calamidad sobre ellos.

   Adicionalmente, algunos apóstatas claman que Judá fue desolada pero que Jerusalén fue dejada relativamente intacta. Sin embargo, Jehová dice: “Quizás los de la casa de Judá escuchen toda la calamidad que estoy pensando hacerles”. Jehová no está diciéndoles que observen la calamidad que tuvo lugar en Judá como advertencia de que lo mismo le ocurriría a Jerusalén. No; la completa “casa de Judá” necesita tomar en serio esa advertencia.

   Nuevamente nos sentimos obligados a preguntar: Si el primer exilio realmente ocurrió ¿por qué está causando tanta discordia con la narrativa de los eventos?

Informe de Jeremías del quinto año del rey.

   Otro informe, posterior en un año, sigue sin darnos ninguna evidencia de que Judá hubiera sido desolada para ese tiempo.

   “Ahora bien, en el año quinto de Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de Judá, en el mes noveno, aconteció que toda la gente de Jerusalén y toda la gente que estaba entrando en Jerusalén de las ciudades de Judá proclamaron un ayuno delante de Jehová. Y Baruc empezó a leer del libro en voz alta las palabras de Jeremías, en la casa de Jehová […] a oídos de todo el pueblo” (20).

   Así pues, este es el quinto año y “toda la gente” de Jerusalén y “las ciudades de Judá” vinieron para celebrar una fiesta religiosa. Ya hemos tocado el tema de la supuesta destrucción de las ciudades de Judá dos años antes, de acuerdo al ficticio primer exilio que mencionan los apóstatas; y sin embargo, aquí hay personas viniendo de esas ciudades para observar un ayuno religioso. Nos preguntamos: ¿Dónde habían estado los dos años anteriores? Quizá donde la Biblia dice que estaban: ¡En “las ciudades de Judá”!

   Adicionalmente ellos argumentan que muchos nobles e hijos de la realeza (príncipes) fueron llevados cautivos a Babilonia en el primer exilio ficticio. Pero si así hubiera sido ¿por qué el registro de Jeremías dice que “todos” los príncipes estaban en Jerusalén?

   “Por lo cual bajó a la casa del rey, al comedor del secretario, y, ¡mire! Allí estaban sentados todos los príncipes: Elisamá el secretario, y Delayá […] y Elnatán […] y Guemarías […] y Sedequías […] y todos los demás príncipes” (21).

   La palabra inspirada de Dios, la Biblia, nos dice que ´todos los príncipes´estaban presentes durante el quinto año del reinado de Jehoiaquim, e incluso nos da muchos de sus nombres. Si el exilio mencionado en el capítulo 1 de Daniel hubiera tenido lugar dos años antes, como ellos claman, ¿entonces cómo es que “todos los príncipes” y “toda la gente” estaban en Jerusalén?

   Daniel 1 dice que Babilonia tomó a “algunos de los hijos de Israel y de la prole real y de los nobles”. El registro de Daniel también nos muestra cómo ellos permanecieron en Babilonia por tres años recibiendo entrenamiento, y aún así, dos años después (supuestamente) ¡estaban “todos” de regreso en Jerusalén!

   La explicación es obvia: Nadie fue llevado al exilio en el tercer año de Jehoiaquim.

   El registro pasa a describir la reacción de los príncipes cuando escucharon las palabras de Jeremías. “Ahora bien, aconteció que, tan pronto como oyeron todas las palabras, se miraron unos a otros con pavor”. Tan impactados están los príncipes al escuchar lo que Jehová hará con ellos que llevan el rollo de las profecías de Jeremías al rey, “y Jehudí empezó a leerlo en voz alta a oídos del rey y a oídos de todos los príncipes que estaban de pie junto al rey. Y el rey estaba sentado en la casa de invierno, en el mes noveno, con un brasero ardiendo delante de él. Entonces aconteció que tan pronto como Jehudí hubo leído tres o cuatro columnas-páginas, él procedió a rasgarlo con el cuchillo de secretario, y lo fue arrojando también en el fuego que estaba en el brasero, hasta que todo el rollo vino a parar al fuego que estaba en el brasero. Y no sintieron pavor(22).

   Los príncipes tienen miedo de las palabras, pero el rey y sus sirvientes simplemente queman el rollo y se olvidan de él -y no es de extrañar, ya que Jerusalén y sus príncipes aún no han sido atacados ni llevados cautivos a Babilonia. El rey no puede creer que Babilonia vaya a hacer semejante cosa. No, porque Babilonia todavía no ha venido contra ellos. Él ni siquiera ha sido hecho vasallo de los babilonios todavía.

   Así y todo a algunos apóstatas les gustaría hacernos creer que uno o dos años antes la ciudad fue sitiada por Babilonia, conquistada, saqueados algunos utensilios del templo, llevados junto con varios exiliados, y que incluso el rey fue llevado prisionero en cadenas a Babilonia, pero que rápidamente regresó a la ciudad como rey vasallo...¡sin absolutamente ninguna evidencia de estas cosas! Qué raro que la narración ni siquiera haga alguna alusión a todo ello. Tal vez sea porque nunca sucedió.

   Y aún más. Si todas estas cosas hubieran sucedido ¿por qué entonces el rey no tuvo miedo? ¿Por qué Jeremías no le recordó al rey su reciente liberación? Años después Jeremías no se retuvo de recordarle a Sedequías el exilio que había sufrido Joaquín. Y preguntamos nuevamente: ¿Por qué esta explicación no armoniza con la narrativa si, supuestamente, es la verdad?

El informe de Josefo.

   El antigüo historiador judío Josefo también confirma que nadie fue llevado el exilio en el tercer año de Jehoiaquim. Aunque su libro no forma parte de la Biblia, su registro de los eventos llena algunas lagunas y concuerda con el registro bíblico.

   Su reporte (presentado aquí en paráfrasis) dice algo parecido a esto:

   Durante el reinado de Jehoiaquim (muchos años antes de la destrucción de Jerusalén) Judá fue hecho un reino vasallo de Babilonia. Después de tres años como vasallo el rey Jehoiaquim se rebeló contra Babilonia y dejó de pagarle tributo.

   Esto provocó que el ejército babilonio pusiera sitio a Jerusalén. Según Josefó, Jehoiaquim no opuso resistencia y permitió que el ejército babilonio entrara en la ciudad esperando llegar a un arreglo pacífico. Desafortunadamente Nabucodonosor tenía otros planes. Mató al rey Jehoiaquim, tomó algunos de los utensilios del templo, y se llevó a algunas miles de personas al exilio. Luego Nabucodonosor colocó en el trono al hijo del rey en lugar del rebelde. Sin embargo, tras unas cuantas semanas, en su viaje de regreso a Babilonia, Nabucodonosor temió que el hijo también se rebelara; así que mandó un mensaje a su ejército, que aún estaba en Judea, ordenándole sitiar a Jerusalén.

  Cuando Nabucodonosor mismo regresó al lugar, el nuevo rey judío se rindió a los babilonios inmediatamente. Más utensilios del templo fueron saqueados, y más personas fueron llevadas al exilio. Todos estos sucesos ocurrieron en un solo año. Los profetas Daniel y Ezequiel estaban entre los exiliados que fueron llevados cautivos a Babilonia ese año. Para leer el auténtico informe de Josefo sobre estos sucesos y cómo el texto bíblico concuerda completamente con su reporte véase el apéndice D.

   La Biblia confirma completamente el informe de Josefo: Jerusalén es sitiada, el rey Jehoiaquim es asesinado, algunos utensilios del templo y exiliados son llevados (Daniel 1.1). Pocas semanas después su heredero se rinde; más utensilios, más exiliados, y todos los tesoros de la casa son tomados, y Sedequías es colocado en el trono -el último rey judío (2 Reyes 24). Todos estos eventos ocurrieron durante el mismo año, y ésta es la razón por la que Jeremías solamente registra tres grupos de exiliados. Estos exilios fueron los primeros, y ocurrieron en el séptimo año de Nabucodonosor. Si las cosas no hubieran ocurrido así tendríamos que preguntar por qué razón Josefo habría hecho la historia tan complicada. Jeremías 52.28-30

¿Por qué todos se olvidaron del primer exilio?

   Si fuera cierto que hubo un exilio durante el tercer año de Jehoiaquim/primer año de Nabucodonosor, ¿no es extraño que no haya absolutamente ningún registro de él por Jeremías ni por ningún otro escritor de la Biblia? De hecho, ¿por qué no existe ninguna simple tablilla de arcilla o algún documento antigüo que registre ese evento?

   Por otra parte hay una abundancia de referencias bíblicas y seglares a exiliados y utensilios saqueados del templo en los años séptimo y octavo de Nabucodonosor. De igual manera los exiliados son mencionados estando en Babilonia únicamente después de que el reinado de Jehoiaquim hubo llegado a su fin; ni una sola vez son mencionados antes.

   Aquí hay unas cuántas de esas menciones:

-Jeremías 52.28
-Jeremías 24.1
-Jeremías 27.12
-Jeremías 28.1
-Jeremías 29.1
-2 Crónicas 36.9
-2 Reyes 24.12
-Ezequiel 1.1
-Ezequiel 40.1

   ¡Qué raro que entre todas las profecías y advertencias que Jeremías dio a Jehoiaquim en ninguna le mencionara que algún exilio hubiera tenido lugar para ese tiempo! Y aún así no se retuvo de recordarle a Sedequías del exilio ocurrido durante el año séptimo/octavo, cuando Joaquín fue llevado cautivo. Y la situación es especialmente rara si el primer exilio supuestamente fue el crucial punto de partida de la profecía de los setenta años, y el cumplimiento de todas las profecías de Jeremías, Isaías, y de otros profetas.

   Y aún más: El primer exilio es extrañamente olvidado en el sumario de todos los exilios ocurridos. Recordemos nuevamente que sólo los exilios de los años séptimo, decimoctavo, y vigésimo tercero son mencionados. El del primer año permanece ausente. Y eso no es todo; las historias acerca de estos sucesos narradas en 2 Reyes y en 2 Crónicas mencionan el exilio de Joaquín (Jeconías) pero, nuevamente de manera misteriosa, olvidan mencionar aquel otro importante exilio durante el reinado de Jehoiaquim después de haber gobernado sobre Judá por sólo tres años. Adicionalmente el profeta Ezequiel sólo habla del exilio que tuvo lugar cuando Joaquín fue llevado cautivo pero ni una sola vez menciona el que tuvo lugar cuando otros judíos, como Daniel, supuestamente, fueron llevados en el primer año de Nabucodonosor; incluso lo llama “nuestro destierro” (23), e incluso llega a mencionar a Daniel en un punto en sus escritos, pero nunca dice que éste hubiera sido llevado al exilio en una fecha anterior.

   Ni Jeremías, ni Ezequiel, ni Jehoiaquim, ni el falso profeta Hananías, ni Esdras, quien escribió 2 Crónicas, ni Sedequías mencionan este supuesto primer exilio que habría ocurrido en el primer año de Nabucodonosor. Ni siquiera lo mencionan una vez. Esto es sorprendente. Y no obstante hay cerca de diez lugares en donde se menciona el exilio del tiempo de Joaquín en el año séptimo/octavo de Nabucodonosor.

   ¿Será que estaban tratando de ocultarlo de nosotros?, ¿o acaso a todos les dio amnesia?, ¿o tal vez ni siquiera sucedió? La Biblia da la respuesta a esta última pregunta, y es un rotundo “¡nunca ocurrió!”. El primer exilio jamás sucedió; solo existe en las mentes de aquellos que quieren “corregir” a la Biblia para hacerla coincidir con la incorrecta cronología seglar. Esa es la razón por la que no armoniza con las Escrituras.

El tercer año de su reinado como vasallo.

   Está claro que los apóstatas están equivocados cuando claman que hubo gente exiliada en el tercer año del reinado de Jehoiaquim sobre Judá. Cuando Daniel dijo: “En el año tercero de la gobernación real de Jehoiaquim” (24), obviamente estaba hablando desde la perspectiva del control babilonio sobre los judíos, queriendo decir el tercer año de Jehoiaquim como rey vasallo bajo Babilonia.

   Esa es la razón por la que 2 Reyes 24.1 dice: “En sus días Nabucodonosor el rey de Babilonia subió, de modo que Jehoiaquim llegó a ser su siervo por tres años. Sin embargo, se volvió y se rebeló contra él”. No es mera coincidencia que el vasallaje durara “tres años”. Sí, tres años de vasallaje terminaron en rebelión y en una aplastante derrota del rey Jehoiaquim. Fue entonces cuando el rey murió y los exiliados fueron llevados cautivos. Por eso Daniel dice ´en el año tercero de Jehoiaquim´.

   Daniel siempre habla desde su perspectiva como oficial babilonio. Cuando Daniel menciona al gobernante persa Ciro, dice: “En el tercer año de Ciro el rey de Persia un asunto fue revelado a Daniel...” (Daniel 10.1). Ciro comenzó a gobernar Persia alrededor de 560 aec. ¿Significa eso que Daniel estaba viviendo en Persia y trabajando para Ciro en su “tercer año”? (25). No. indudablemente Daniel estaba hablando del tercer año de Ciro como gobernante en Babilonia (26), no de su tercer año como gobernante del imperio persa. Para ver otro ejemplo de un cálculo en un reinado como vasallo véase el apéndice O.

Conclusión.

   El exilio que supuestamente tuvo lugar en el tercer año de Jehoiaquim nunca ocurrió. Es simplemente el producto de una deliberada mala interpretación de Daniel 1.1. Muchos pasajes en Jeremías contradicen directamente esa idea. Se menciona a gente viviendo aún en las “ciudades de Judá” y “todos los príncipes” están todavía ahí. El rey mismo parece burlarse de la idea de que Babilonia pudiera venir contra él. El libro inspirado de Jeremías parece haber olvidado mencionar el suceso en su lista de “todos” los exiliados.

   El antigüo historiador Josefo también niega que sucediera, y es fácil ver que Daniel estaba hablando desde la perspectiva de Babilonia. No es coincidencia que él dijera que el rey se rebeló y los exiliados fueron tomados cautivos ´en el año tercero de Jehoiaquim´, cuando el libro de 2 Reyes dice que su reinado como vasallo tuvo exactamente tres años de duración antes de su rebelión.

   El ficticio primer exilio simplemente nunca ocurrió. Por todo esto, la aseveración de que la cronología seglar es la correcta y que los setenta años de desolación empezaron en 605 aec., con su mítico exilio, carece de fundamento. Si fuera verdad, entonces habría una importante pieza perdida en un rompecabezas que haría que todo el conjunto fallara. De hecho, más bien que responder muchas preguntas y aclarar cualquier complicación, el insertar ese evento en la narrativa no causa sino problemas y extrañas inconsistencias. Por otro lado, la interpretación basada en el 607 no causa ninguno de estos efectos.

   Además, aún si fuera verdad, contando desde 605 aec. hasta 537 aec. sólo tenemos sesenta y ocho años y no setenta.

-No hay evidencia bíblica para un exilio extra.
-Pasajes en Jeremías contradicen esa teoría.
-Añadir un exilio extra crea discordia en la narrativa.
-Daniel debió haber estado hablando desde la perspectiva babilonia.
-La teoría apóstata sólo da sesenta y ocho años.
-No existe evidencia seglar del primer exilio.
Notas:
19- Jer 36.1-3
20- Jer 36.9,10
21- Jer 36.12
22- Jer 36.16-24
23- Eze 40.1
24- Da 1.1
25- Es decir, en 557 aec., su tercer año desde que comenzó a gobernar en Persia.
26- Es decir, 536/535 aec.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.