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Servidumbre al rey de Babilonia por setenta años.
Anteriormente
mencionamos que algunos interpretan la profecía de los setenta años de
desolación como si en realidad significaran setenta años de ´servidumbre´al rey
de Babilonia. ¿Por qué la interpretan así? Porque su cronología seglar dice que
Jerusalén estuvo desolada solamente 50 años.
Por lo tanto, si ellos pudieran forzar de la Biblia la idea de que Jerusalén
estuvo meramente ´sirviendo´a Babilonia por setenta años, entonces la ciudad
aún pudiera haber estado habitada otros veinte años más, como lo indican sus
cálculos seglares. De esa manera la profecía de los setenta años aún podría
haberse cumplido y se “demostraría” que los que estaban equivocados eran los
testigos de Jehová.
Los
promotores del 587 aec. ferozmente argumentan que la Biblia apoya su punto de
vista: Que la “servidumbre” comenzó veinte años antes de que Jerusalén fuera
destruida (13). Sin embargo ¿es eso lo que realmente enseña
la Biblia?
Es
interesante que la Biblia responda esa pregunta de manera muy clara. ¿Cuándo
comienzan los setenta años de servidumbre? ¿Antes de que Jerusalén fuera
destruida, como ellos claman; o sólo después de su destrucción, como
enseñan los testigos de Jehová? El capítulo 25 de Jeremías dice:
“La
palabra que le ocurrió a Jeremías acerca de todo el pueblo de Judá en el año
cuarto de Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de Judá, es decir, el primer año de
Nabucodorosor el rey de Babilonia” (14).
Esto
no nos dice cuándo comenzó la servidumbre sino solamente cuándo Jeremías hizo
la profecía sobre el futuro. Hablaremos sobre esto más adelante. Jeremías
continúa:
“Voy
a enviar y ciertamente tomaré a todas las familias del norte -es la expresión
de Jehová- hasta enviar aviso a Nabucodorosor el rey de Babilonia, mi siervo, y
ciertamente las traeré contra esta tierra y contra sus habitantes y
contra todas estas naciones en derredor; y ciertamente los daré por
entero a la destrucción y haré de ellos objeto de pasmo y algo de qué silbar y
lugares devastados hasta tiempo indefinido. Y ciertamente destruiré de entre
ellos el sonido de alborozo y el sonido de regocijo, la voz del novio y la voz
de la novia, el sonido del molino de mano y la luz de la lámpara. Y toda
esta tierra tiene que llegar a ser un lugar devastado, un objeto de pasmo, y
estas naciones tendrán que servir al rey de Babilonia setenta años”
(15).
Observe que la tierra sería devastada y que entonces “estas naciones
tendrán que servir al rey de Babilonia” por setenta años. La profecía
continúa:
“Porque
esto es lo que me dijo Jehová el Dios de Israel: ´Toma de mi mano esta copa del
vino de la furia, y tienes que hacer que lo beban todas las naciones a quienes
voy a enviarte. Y tienen que beber y sacudirse de aquí para allá y actuar como
hombres enloquecidos a causa de la espada que voy a enviar entre ellas´” (16).
Así
que Jeremías está dándoles una “copa” figurativa llena de la furia de
Jehová. Ahora Jeremías debe hacer que todas las naciones se traguen el
desagrado de Jehová.
“Y
tienes que decirles: ´Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios
de Israel: “Beban y emborráchense y vomiten y caigan de manera que no
puedan levantarse a causa de la espada que voy a enviar entre ustedes”.
Y tiene que suceder que, en caso de que ellos rehúsen tomar la copa de tu mano
para beber, también tienes que decirles: “Esto es lo que ha dicho Jehová de los
ejércitos: ´Beberán sin falta´” (17).
Sí,
las naciones ciertamente beberían la furia de Jehová. No tenían opción. Después
de todo si su propio pueblo la bebería con mucha más razón lo harían las
naciones. ¿Pero cuándo haría Dios que su propio pueblo bebiera de esa copa?
Jehová lo deja claro cuando dice:
“Porque,
¡miren!, es con la ciudad sobre la cual se llama mi nombre con que estoy
comenzando en cuanto a traer calamidad, ¿y deben ustedes mismos de manera
alguna quedar libres de castigo? No quedarán libres de castigo, porque
hay una espada que estoy llamando contra todos los habitantes de la tierra, es
la expresión de Jehová de los ejércitos” (18).
La
respuesta a nuestra pregunta original (“¿la servidumbre comenzó cuando
Jerusalén fue destruida?”) ha sido correcta todo el tiempo: La respuesta está
en el mismísimo capítulo en donde los setenta años de servidumbre son
mencionados. Después de establecer que Judá se convertirá en una tierra
devastada y que las naciones servirán a Babilonia por setenta años ¿puede usted
notar que el punto de inicio de los setenta años está directamente indicado?
Jehová ´está comenzando´ con “la ciudad sobre la cual se llama
[su] nombre”; esta ciudad es, por supuesto, Jerusalén. Sólo cuando esa
ciudad se encuentre con la calamidad empezarán los setenta años para todas las
naciones. No se dice que la calamidad empezaría en los alrededores de Judá,
como algunos claman; ni se dice que comenzaría con un mero exilio. Da comienzo
en la ciudad de Jerusalén, y es una “espada que voy a enviar entre ustedes”.
La
calamidad de Jerusalén es el “punto de partida” y desde ese momento en adelante
las naciones no permanecerán “libres de castigo”. Inevitablemente
Jerusalén sería la primera en beber la copa, pero todas las otras naciones
también lo harían y servirían al rey de Babilonia. ¿Puede haber algo más claro
que esto?
¿Qué
es lo que todo esto significa? Significa que 587 aec. no puede ser la fecha de
la destrucción de Jerusalén. Como usted sabe, entre 587 y 537 hay sólo
cincuenta años. Por otra parte, de 607 a 537 hay exactamente setenta años.
Apreciando el verdadero significado de la
servidumbre.
Sin
embargo, es obvio que no todas las naciones fueron conquistadas al mismo tiempo
que Jerusalén. Por ejemplo, Egipto fue conquistado veintiún años después. Así
que ¿en qué sentido “todas las naciones” servirían a Babilonia por
setenta años? ¿No es verdad que en el caso de Egipto fue un tiempo más corto?
Por lo tanto ¿no tendrá una duración diferente para las otras naciones?
Además, Jeremías 25.26 dice que “todos los reyes del norte que están
cerca y lejos, uno tras otro, y todos los demás reinos de la tierra que están
sobre la superficie del suelo” igualmente beberían la copa de Jehová y
servirían a Babilonia. Es obvio que Babilonia no conquistó a todos los “reinos
de la tierra que están sobre la superficie del suelo” y luego los hizo
servirla por las siguientes siete décadas -¡y ciertamente no lo hizo el mismo
año que conquistó a Jerusalén!- En vista de esto ¿qué significa realmente la
servidumbre que se menciona en el versículo que dice que “estas naciones
tendrán que servir al rey de Babilonia setenta años”?
Isaías 14.12-14 nos lo dice. Hablando de Babilonia en sentido figurado
nos dice:
“¡Oh,
cómo has caído del cielo, tú, el resplandeciente, hijo del alba! ¡Cómo has sido
cortado a tierra, tú que estabas incapacitando a las naciones! En cuanto a ti,
has dicho en tu corazón: ´A los cielos subiré. Por encima de las
estrellas de Dios alzaré mi trono, y me sentaré sobre la montaña de
reunión, en las partes más remotas del norte. Subiré por encima de los lugares
altos de las nubes; me haré parecer al Altísimo´”
La
servidumbre no comenzó cuando Babilonia
conquistó todo reino sobre la tierra, sino cuando se puso a sí misma por
encima de las estrellas de Dios, y cuando, al hacer esto, ´se hizo parecer
al Altísimo´. Eso ocurrió cuando destruyó Jerusalén y su templo. El que
todas las naciones servirían a Babilonia es algo claramente simbólico. Cuando
Babilonia destruyó Jerusalén y se llevó a los judíos sobrevivientes al exilio, no
hubo ya más rey sentado sobre el trono de Jehová. A Babilonia se le había
permitido, efectivamente, usurpar la posición soberana de Jehová. De este modo
Babilonia parecía tener el control de todas las naciones, incluyendo al pueblo
de Dios.
¿Es verdad que la fecha de 607 aec. permite
también sólo sesenta y ocho años?
Dejando que la Biblia responda.
Considere cómo responde la Biblia las siguientes preguntas:
¿Cuándo se anunció la profecía de los setenta años?
Jeremías
25.1: “La palabra que le ocurrió a Jeremías acerca de todo el pueblo de Judá en
el año cuarto de Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de Judá, es decir, el
primer año de Nabucodorosor el rey de Babilonia”.
¿Para
ese tiempo Babilonia ya había conquistado a Judá y a las naciones y las había
hecho sus esclavas?
Jeremías
25.9: “Voy a enviar [futuro] y ciertamente tomaré
[futuro] a todas las familias del norte -es la expresión de Jehová- hasta
enviar aviso a Nabucodorosor el rey de Babilonia, mi siervo, y ciertamente las traeré
[futuro] contra esta tierra y contra sus habitantes y contra todas estas
naciones en derredor; y ciertamente los daré [futuro] por entero
a la destrucción y haré de ellos objeto de pasmo y algo de qué silbar y lugares
devastados hasta tiempo indefinido”.
¿Qué
dos eventos comenzarían al mismo tiempo?
Jeremías
25.11: “Y toda esta tierra [Judá, incluyendo su capital] tiene
que llegar a ser un lugar devastado, un objeto de pasmo, y estas
naciones tendrán que servir al rey de Babilonia setenta años”.
¿Qué
implica la devastación?
Jeremías
25.10: “Y ciertamente destruiré de entre ellos el sonido de alborozo y el
sonido de regocijo, la voz del novio y la voz de la novia, el sonido del molino
de mano y la luz de la lámpara”.
Cosas
de la vida cotidiana, tales como casarse, moler grano en un molino de mano,
reír, y encender las lámparas, iban a cesar en Jerusalén. ¡Claramente esto no
significa que Jerusalén seguiría habitada por veinte años durante la
servidumbre!
¿Qué
es la copa que toda nación bebería?
Jeremías
25.15: “Porque esto es lo que me dijo Jehová el Dios de Israel: ´Toma de mi
mano esta copa del vino de la furia, y tienes que hacer que lo
beban todas las naciones a quienes voy a enviarte. Y tienen que beber y
sacudirse de aquí para allá y actuar como hombres enloquecidos a causa de la
espada que voy a enviar entre ellas´”
¿La
empezaron a beber al tiempo en que se anunció esta profecía?
Jeremías 25.15,16: “...y tienes que
hacer [futuro] que lo beban todas las naciones a quienes voy a
enviarte. Y tienen que beber”.
¿Quién bebería de la copa primero, y qué significaría para ellos?
Jeremías
25.17,18: “Y procedí a tomar la copa de la mano de Jehová y a hacer que
bebieran todas las naciones a quienes
Jehová me había enviado: a saber, a Jerusalén y a las ciudades de Judá y
sus reyes, sus príncipes, para hacerlos un lugar devastado, un objeto
de pasmo, algo de qué silbar y una invocación de mal, tal como sucede este
día”.
¿Quién bebería de la copa después de Judá?
Jeremías
25.19-26: “Faraón el rey de Egipto […] todos los reyes de la
tierra de Uz, y a todos los reyes de la tierra de los filisteos,
y a Asquelón y Gaza y Eqrón y el
resto de Asdod; a Edom y Moab y los
hijos de Ammón; y a todos los reyes de Tiro y a
todos los reyes de Sidón y a los reyes de la isla que está
en la región del mar; y a Dedán y Temá y Buz
y todos los de cabello cortado en las sienes; y a todos los reyes de los árabes
[…] y todos los reyes de Zimrí y todos los reyes de Elam
y todos los reyes de los medos; y todos los reyes del norte
que están cerca y lejos, uno tras otro, y todos los demás reinos
de la tierra que están sobre la superficie del suelo; y el mismo rey de
Sesac beberá después de ellos [es decir, después de Judá y de los
otros]”.
Nuevamente, ¿cuál es el punto de partida de los setenta años de
servidumbre y del beber de la copa?
Jeremías
25.28: “Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: ´Beberán sin falta
[todas las naciones]. Porque, ¡miren!, es con la ciudad sobre la cual se
llama mi nombre con que estoy comenzando en cuanto a traer calamidad,
¿y deben ustedes mismos de manera alguna quedar libres de castigo? No quedarán
libres de castigo, porque hay una espada que estoy llamando contra todos los
habitantes de la tierra´, es la expresión de Jehová de los ejércitos”.
Claramente Jehová está “comenzando” a traer calamidad a la ciudad
“sobre la cual se llama [su] nombre”. Jerusalén debía ser destruida
primero, y luego “estas naciones tendrán que servir al rey de Babilonia
setenta años”.
-Todas las naciones sobre la tierra sirvieron
a Babilonia por setenta años.
-Esta servidumbre comenzó cuando el rey de
Judá en Jerusalén fue removido por Babilonia.
-La Biblia dice claramente que la calamidad
comenzó con Jerusalén.
15- Jer 25.9-11
16- Jer 25.15,16
17- Jer 25.27,28
18- Jer 25.29
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