Presentación

Esta es una traducción, hecha por mí (junto con las notas y esquemas), del ensayo Jerusalem 607 BCE, en su revisión de 2007, publicado por jehovahsjudgment.co.uk



24 may 2012

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4- Servidumbre al rey de Babilonia por setenta años.

    Anteriormente mencionamos que algunos interpretan la profecía de los setenta años de desolación como si en realidad significaran setenta años de ´servidumbre´al rey de Babilonia. ¿Por qué la interpretan así? Porque su cronología seglar dice que Jerusalén estuvo desolada solamente 50 años.  Por lo tanto, si ellos pudieran forzar de la Biblia la idea de que Jerusalén estuvo meramente ´sirviendo´a Babilonia por setenta años, entonces la ciudad aún pudiera haber estado habitada otros veinte años más, como lo indican sus cálculos seglares. De esa manera la profecía de los setenta años aún podría haberse cumplido y se “demostraría” que los que estaban equivocados eran los testigos de Jehová.

   Los promotores del 587 aec. ferozmente argumentan que la Biblia apoya su punto de vista: Que la “servidumbre” comenzó veinte años antes de que Jerusalén fuera destruida (13). Sin embargo ¿es eso lo que realmente enseña la Biblia?

   Es interesante que la Biblia responda esa pregunta de manera muy clara. ¿Cuándo comienzan los setenta años de servidumbre? ¿Antes de que Jerusalén fuera destruida, como ellos claman; o sólo después de su destrucción, como enseñan los testigos de Jehová? El capítulo 25 de Jeremías dice:

   “La palabra que le ocurrió a Jeremías acerca de todo el pueblo de Judá en el año cuarto de Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de Judá, es decir, el primer año de Nabucodorosor el rey de Babilonia” (14).

   Esto no nos dice cuándo comenzó la servidumbre sino solamente cuándo Jeremías hizo la profecía sobre el futuro. Hablaremos sobre esto más adelante. Jeremías continúa:

   “Voy a enviar y ciertamente tomaré a todas las familias del norte -es la expresión de Jehová- hasta enviar aviso a Nabucodorosor el rey de Babilonia, mi siervo, y ciertamente las traeré contra esta tierra y contra sus habitantes y contra todas estas naciones en derredor; y ciertamente los daré por entero a la destrucción y haré de ellos objeto de pasmo y algo de qué silbar y lugares devastados hasta tiempo indefinido. Y ciertamente destruiré de entre ellos el sonido de alborozo y el sonido de regocijo, la voz del novio y la voz de la novia, el sonido del molino de mano y la luz de la lámpara. Y toda esta tierra tiene que llegar a ser un lugar devastado, un objeto de pasmo, y estas naciones tendrán que servir al rey de Babilonia setenta años” (15).

   Observe que la tierra sería devastada y que entonces “estas naciones tendrán que servir al rey de Babilonia” por setenta años. La profecía continúa:

   “Porque esto es lo que me dijo Jehová el Dios de Israel: ´Toma de mi mano esta copa del vino de la furia, y tienes que hacer que lo beban todas las naciones a quienes voy a enviarte. Y tienen que beber y sacudirse de aquí para allá y actuar como hombres enloquecidos a causa de la espada que voy a enviar entre ellas´” (16).

   Así que Jeremías está dándoles una “copa” figurativa llena de la furia de Jehová. Ahora Jeremías debe hacer que todas las naciones se traguen el desagrado de Jehová.

   “Y tienes que decirles: ´Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “Beban y emborráchense y vomiten y caigan de manera que no puedan levantarse a causa de la espada que voy a enviar entre ustedes”. Y tiene que suceder que, en caso de que ellos rehúsen tomar la copa de tu mano para beber, también tienes que decirles: “Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: ´Beberán sin falta´” (17).

   Sí, las naciones ciertamente beberían la furia de Jehová. No tenían opción. Después de todo si su propio pueblo la bebería con mucha más razón lo harían las naciones. ¿Pero cuándo haría Dios que su propio pueblo bebiera de esa copa? Jehová lo deja claro cuando dice:

   “Porque, ¡miren!, es con la ciudad sobre la cual se llama mi nombre con que estoy comenzando en cuanto a traer calamidad, ¿y deben ustedes mismos de manera alguna quedar libres de castigo? No quedarán libres de castigo, porque hay una espada que estoy llamando contra todos los habitantes de la tierra, es la expresión de Jehová de los ejércitos” (18).

   La respuesta a nuestra pregunta original (“¿la servidumbre comenzó cuando Jerusalén fue destruida?”) ha sido correcta todo el tiempo: La respuesta está en el mismísimo capítulo en donde los setenta años de servidumbre son mencionados. Después de establecer que Judá se convertirá en una tierra devastada y que las naciones servirán a Babilonia por setenta años ¿puede usted notar que el punto de inicio de los setenta años está directamente indicado?

   Jehová ´está comenzando´ con “la ciudad sobre la cual se llama [su] nombre”; esta ciudad es, por supuesto, Jerusalén. Sólo cuando esa ciudad se encuentre con la calamidad empezarán los setenta años para todas las naciones. No se dice que la calamidad empezaría en los alrededores de Judá, como algunos claman; ni se dice que comenzaría con un mero exilio. Da comienzo en la ciudad de Jerusalén, y es una “espada que voy a enviar entre ustedes”.

   La calamidad de Jerusalén es el “punto de partida” y desde ese momento en adelante las naciones no permanecerán “libres de castigo”. Inevitablemente Jerusalén sería la primera en beber la copa, pero todas las otras naciones también lo harían y servirían al rey de Babilonia. ¿Puede haber algo más claro que esto?

   ¿Qué es lo que todo esto significa? Significa que 587 aec. no puede ser la fecha de la destrucción de Jerusalén. Como usted sabe, entre 587 y 537 hay sólo cincuenta años. Por otra parte, de 607 a 537 hay exactamente setenta años.

Apreciando el verdadero significado de la servidumbre.

   Sin embargo, es obvio que no todas las naciones fueron conquistadas al mismo tiempo que Jerusalén. Por ejemplo, Egipto fue conquistado veintiún años después. Así que ¿en qué sentido “todas las naciones” servirían a Babilonia por setenta años? ¿No es verdad que en el caso de Egipto fue un tiempo más corto? Por lo tanto ¿no tendrá una duración diferente para las otras naciones?

   Además, Jeremías 25.26 dice que “todos los reyes del norte que están cerca y lejos, uno tras otro, y todos los demás reinos de la tierra que están sobre la superficie del suelo” igualmente beberían la copa de Jehová y servirían a Babilonia. Es obvio que Babilonia no conquistó a todos los “reinos de la tierra que están sobre la superficie del suelo” y luego los hizo servirla por las siguientes siete décadas -¡y ciertamente no lo hizo el mismo año que conquistó a Jerusalén!- En vista de esto ¿qué significa realmente la servidumbre que se menciona en el versículo que dice que “estas naciones tendrán que servir al rey de Babilonia setenta años”?

   Isaías 14.12-14 nos lo dice. Hablando de Babilonia en sentido figurado nos dice:

   “¡Oh, cómo has caído del cielo, tú, el resplandeciente, hijo del alba! ¡Cómo has sido cortado a tierra, tú que estabas incapacitando a las naciones! En cuanto a ti, has dicho en tu corazón: ´A los cielos subiré. Por encima de las estrellas de Dios alzaré mi trono, y me sentaré sobre la montaña de reunión, en las partes más remotas del norte. Subiré por encima de los lugares altos de las nubes; me haré parecer al Altísimo´”

   La servidumbre no comenzó cuando Babilonia  conquistó todo reino sobre la tierra, sino cuando se puso a sí misma por encima de las estrellas de Dios, y cuando, al hacer esto, ´se hizo parecer al Altísimo´. Eso ocurrió cuando destruyó Jerusalén y su templo. El que todas las naciones servirían a Babilonia es algo claramente simbólico. Cuando Babilonia destruyó Jerusalén y se llevó a los judíos sobrevivientes al exilio, no hubo ya más rey sentado sobre el trono de Jehová. A Babilonia se le había permitido, efectivamente, usurpar la posición soberana de Jehová. De este modo Babilonia parecía tener el control de todas las naciones, incluyendo al pueblo de Dios.

 
¿Es verdad que la fecha de 607 aec. permite también sólo sesenta y ocho años?

Como puede darse cuenta de 607 a 539 hay sólo sesenta y ocho años y no setenta. Esto es cierto; sin embargo, las naciones y los judíos continuaron sirviendo al rey de Babilonia por dos años más, ¿cómo? Ciro era ahora el rey de Babilonia y no fue sino hasta que él liberó a los judíos exiliados que los setenta años de servidumbre concluyeron, cuando el rey de Babilonia ya no ejercía más el control sobre los judíos y ya no se colocaba a sí mismo en igualdad con el Altísimo.


Dejando que la Biblia responda.

   Considere cómo responde la Biblia las siguientes preguntas:

   ¿Cuándo se anunció la profecía de los setenta años?

   Jeremías 25.1: “La palabra que le ocurrió a Jeremías acerca de todo el pueblo de Judá en el año cuarto de Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de Judá, es decir, el primer año de Nabucodorosor el rey de Babilonia”.

   ¿Para ese tiempo Babilonia ya había conquistado a Judá y a las naciones y las había hecho sus esclavas?

   Jeremías 25.9: “Voy a enviar [futuro] y ciertamente tomaré [futuro] a todas las familias del norte -es la expresión de Jehová- hasta enviar aviso a Nabucodorosor el rey de Babilonia, mi siervo, y ciertamente las traeré [futuro] contra esta tierra y contra sus habitantes y contra todas estas naciones en derredor; y ciertamente los daré [futuro] por entero a la destrucción y haré de ellos objeto de pasmo y algo de qué silbar y lugares devastados hasta tiempo indefinido”.

   ¿Qué dos eventos comenzarían al mismo tiempo?

   Jeremías 25.11: “Y toda esta tierra [Judá, incluyendo su capital] tiene que llegar a ser un lugar devastado, un objeto de pasmo, y estas naciones tendrán que servir al rey de Babilonia setenta años”.

   ¿Qué implica la devastación?

   Jeremías 25.10: “Y ciertamente destruiré de entre ellos el sonido de alborozo y el sonido de regocijo, la voz del novio y la voz de la novia, el sonido del molino de mano y la luz de la lámpara”.

   Cosas de la vida cotidiana, tales como casarse, moler grano en un molino de mano, reír, y encender las lámparas, iban a cesar en Jerusalén. ¡Claramente esto no significa que Jerusalén seguiría habitada por veinte años durante la servidumbre!

   ¿Qué es la copa que toda nación bebería?

   Jeremías 25.15: “Porque esto es lo que me dijo Jehová el Dios de Israel: ´Toma de mi mano esta copa del vino de la furia, y tienes que hacer que lo beban todas las naciones a quienes voy a enviarte. Y tienen que beber y sacudirse de aquí para allá y actuar como hombres enloquecidos a causa de la espada que voy a enviar entre ellas´”

   ¿La empezaron a beber al tiempo en que se anunció esta profecía?

   Jeremías 25.15,16: “...y tienes que hacer [futuro] que lo beban todas las naciones a quienes voy a enviarte. Y tienen que beber”.

   ¿Quién bebería de la copa primero, y qué significaría para ellos?

   Jeremías 25.17,18: “Y procedí a tomar la copa de la mano de Jehová y a hacer que bebieran  todas las naciones a quienes Jehová me había enviado: a saber, a Jerusalén y a las ciudades de Judá y sus reyes, sus príncipes, para hacerlos un lugar devastado, un objeto de pasmo, algo de qué silbar y una invocación de mal, tal como sucede este día”.

   ¿Quién bebería de la copa después de Judá?

   Jeremías 25.19-26: “Faraón el rey de Egipto […] todos los reyes de la tierra de Uz, y a todos los reyes de la tierra de los filisteos, y a Asquelón y Gaza y Eqrón y el resto de Asdod; a Edom y Moab y los hijos de Ammón; y a todos los reyes de Tiro y a todos los reyes de Sidón y a los reyes de la isla que está en la región del mar; y a Dedán y Temá y Buz y todos los de cabello cortado en las sienes; y a todos los reyes de los árabes […] y todos los reyes de Zimrí y todos los reyes de Elam y todos los reyes de los medos; y todos los reyes del norte que están cerca y lejos, uno tras otro, y todos los demás reinos de la tierra que están sobre la superficie del suelo; y el mismo rey de Sesac beberá después de ellos [es decir, después de Judá y de los otros]”.

   Nuevamente, ¿cuál es el punto de partida de los setenta años de servidumbre y del beber de la copa?

   Jeremías 25.28: “Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: ´Beberán sin falta [todas las naciones]. Porque, ¡miren!, es con la ciudad sobre la cual se llama mi nombre con que estoy comenzando en cuanto a traer calamidad, ¿y deben ustedes mismos de manera alguna quedar libres de castigo? No quedarán libres de castigo, porque hay una espada que estoy llamando contra todos los habitantes de la tierra´, es la expresión de Jehová de los ejércitos”.

   Claramente Jehová está “comenzando” a traer calamidad a la ciudad “sobre la cual se llama [su] nombre”. Jerusalén debía ser destruida primero, y luego “estas naciones tendrán que servir al rey de Babilonia setenta años”.

-Todas las naciones sobre la tierra sirvieron a Babilonia por setenta años.
-Esta servidumbre comenzó cuando el rey de Judá en Jerusalén fue removido por Babilonia.
-La Biblia dice claramente que la calamidad comenzó con Jerusalén.
Notas:
13-


14-Jer 25.1
15- Jer 25.9-11
16- Jer 25.15,16
17- Jer 25.27,28
18- Jer 25.29

 

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